Fecha: 22 diciembre 2021 13:02
Detrás de cada dolor presente, habita un dolor pasado.
Habita un/a niñ@ que sufrió rechazo y desamor, o tal vez exigencia y falta de reconocimiento.
Habita un/a joven que sufrió vergüenza y miedo a fallar, o tal vez impotencia y falta de libertad.
Habita un/a adult@ que continúa buscando aprobación, aceptación, valoración, compañía y amor en los demás.
Habita una madre y un padre que sintieron lo mismo, abuelos y abuelas que sufrieron en silencio y en soledad.
Habita un ser que vive condicionando su vida a cumplir expectativas ajenas, al miedo a la perdida de aquello que supone tapar su vacío, aquel que en realidad es cavado con su propia indiferencia y destrato.
Detrás de cada dolor presente habita una elección, habita la posibilidad de hacer un cambio radical qué extirpe de raíz aquel viejo y conocido dolor y que marque una nueva ruta, qué conduzca a un nuevo destino.
Detrás de cada dolor presente, la opción de contar una nueva historia.
La tendencia natural es al desequilibrio. Establecerse en Swastha, en Yoga, en Ser, unidad, armonía, salud, requiere atención plena y cambio constante. Para eso es necesario saber hacia donde no ir y tener la voluntad o el prana para redireccionar.
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