Fecha: 22 diciembre 2021 12:50
Mujeres y hombres desconectad@s de su energía lunar, femenina, reprimen la emoción, el sentir, la creatividad, la receptividad, la intuición, la creación, la sutileza, el placer, el amor.
Mujeres y hombres desconectad@s de su energía solar, masculina, reprimen el pensamiento y la acción, la capacidad de salir, de hacer, de tener, de protegerse y proveerse, su poder.
Mujeres y hombres desconectad@s de si mism@s, de su dualidad, tratando de encajar en un sistema polarizado, un molde, un estereotipo creado por es@s mism@s hombres y mujeres.
Mujeres autosuficientes que se sienten sobrepasadas y sin sosten, hombres que cargan con toda la responsabilidad en su espalda, sus deseos frustrados, tienen que poder con todo.
Mujeres y hombres sometid@s que no pueden ni deben independizarse del deber, del mandato, que no pueden expresarse.
Mujeres y hombres con el corazon acorazado, el pecho cerrado, sintiendose sol@s, desconectados de su sentir, de su vulnerabilidad humana, del dolor de su alma, de sus deseos profundos, su capacidad de disfrutar, de crear, de ser feliz, de la vida misma y su incesante movimiento.
Mujeres y hombres buscando deconstruirse, romper etiquetas, liberarse, integrarse, aceptarse complet@s, amarse, escucharse y respetarse, reconstruirse, relacionarse desde un lugar genuino, profundo, por elección, transformador.
Abrir el corazón a sentir, aprender a habitar el dolor y el placer, la vida, criando nuevas generaciones desde un lugar más cercano, amoroso, respetuoso de la fragilidad del sagrado existir (salir del útero)
La tendencia natural es al desequilibrio. Establecerse en Swastha, en Yoga, en Ser, unidad, armonía, salud, requiere atención plena y cambio constante. Para eso es necesario saber hacia donde no ir y tener la voluntad o el prana para redireccionar.
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