Fecha: 19 julio 2021 22:53

Libertad

Traemos mucho dolor en nuestra memoria colectiva, diferentes tipos de sometimientos.
Para que haya dominante tiene que haber dominad@ y para haber dominad@ poca consciencia de su valor, de su poder, de su perfección y completitud.
Somos Diosas y Dioses, nuestro poder de creación es total y así también creamos nuestro presente, elegimos las relaciones y creamos las situaciones que revivan esa memoria inconsciente, esa sensación de no ser escuchad@s, respetad@s, valorad@s, elegid@s, ese miedo a no poder, a no ser capaces, esa falta de confianza y seguridad necesaria para estar atrapad@s en una rol.
Esas relaciones nos muestran cuando no escuchamos nuestra intuición, valoramos nuestro deseo, respetamos las sensaciones de nuestro cuerpo, satisfacemos nuestras necesidades.
Creé en vos, tu cuerpo habla y te cuenta una historia, tu emoción se exagera para alarmarte peligro.
Cerrá los ojos, dejá ir el pensamiento de siempre, ese que te hace mal. Preguntate que sentís, que querés, que no querés, mira tu realidad, quien sos, tus recursos, tus herramientas, tus posibilidades.
Si no estás realmente atad@, entonces sos libre. Movéte del lugar donde tu cuerpo se queje, donde te sientas incomod@, donde no te muestren tu valor. No mendigues nada, ya sos todo.
Hacé algo distinto esta vez, amáte, aceptáte perfect@ como sos, parate derech@, respira profundo y salí, sos libre.
Las relaciones nos ayudan a tomar conciencia de nosotr@s mism@s, darnos eso que sentimos que el/la otr@ no nos da.
Cuando estas en el lugar y en el momento correcto, te sentís en casa, establecid@ en vos mism@, en paz, te entregas a experimentar, no hay miedo, no hay apego, no hay barreras que separen, hay unidad, hay compartir todo lo que sos, es un fluir sin esfuerzo ni dolor, es relajarse y disfrutar.

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