Fecha: 01 enero 2022 13:29

Vivir morir

Para vivir hay que morir.
Nacimiento-conservación-muerte es el proceso natural de la materia.
Inhalación y exhalación, día y noche, verano e invierno, todo nace y muere para volver a nacer.
El miedo a lo desconocido nos lleva a querer controlar.
El control nos lleva al estado de alerta.
El estado de alerta no nos permite relajarnos, confiar, fluir y disfrutar. Vivir.
El miedo es contracción, paraliza. La vida es expansión, movimiento.
Lo que deja de latir, de vibrar, de moverse, está muerto.
El miedo a la muerte es el miedo a la perdida, nos aferramos a personas, lugares, situaciones, perpetuamos roles, actividades, relaciones, por el miedo a la perdida.
Pero la muerte no es perdida, es transformación.
Es mutar la piel, cambiar de estado, es la metamorfosis natural que nos lleva a soltar lo viejo para que lo nuevo pueda nacer, es hacer espacio para crear, hacer vacío para circular con libertad y liviandad.
El miedo a la muerte es el miedo a la vida.
Y la vida es la maravillosa oportunidad que tenemos para explorar, experimentar, ir y venir, entrar y salir, movernos, cambiar, jugar, reír, divertirnos, saltar del avión y confiar en el paracaídas.
Trascender el miedo a la muerte para disfrutar al máximo de la vida.
No hay vida sin muerte, llegamos a este mundo marcando la muerte de una etapa y el nacimiento de otra.
Nos vamos de este mundo de la misma manera.
Morir y nacer es simplemente cambiar de estado.

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